Algún día tendré que pararme a pensar por qué me muevo. Porque a veces pienso que quizás sea menos natural de lo que nos parece. A fin de cuentas, ¿por qué siempre hay algo que nos interesa justo donde no estamos? Si no es eso, ¿para qué nos movemos? Resulta preocupante, sospechoso incluso.
Además, no puede ser bueno, porque moverse es un poco estar en varios sitios y eso es lo mismo que no estar en ninguna parte. Que no estar, casi que no ser. Menos mal que no nos damos cuenta.
Porque si realmente quisiéramos “estar ahí” del todo, más nos valdría movernos poco. De hecho, lo mejor sería no moverse en absoluto. Entonces sí que conseguiríamos “estar ahí” y “ser del todo”. Claro que está por ver si nos gustaría. Quizás por eso nos movemos. De hecho, creo que ya llevo demasiado tiempo aquí y empiezo a sentirme algo rara. Así que mejor si me muevo un poco, qué más da adónde.