Estimado presunto autor:
No quisiéramos parecer desagradecidos, pero debería comprender que un año sin noticias suyas es más de lo que podemos aceptar. Se dará cuenta de que la condición de personajes de ficción, ya de por sí bastante penosa, se vuelve además muy aburrida si no hay algo de movimiento.
Siendo así, y sin ánimo resentido, queremos trasladarle nuestra baja como (también presuntos) emisores de las entradas de su blog. Francamente, resulta incómodo mantenerse en un estado de disponibilidad permanente para no ser finalmente requeridos.
En cualquier caso, puede contar con nuestros mejores deseos para la continuación de su proyecto, aunque sea sin nosotros. Evidentemente, en la nueva situación quizás le resulte más complicado mantener esa ambigüedad autorial que, debería reconocerlo, es más un intento de estar en misa y repicando (o de tirar la piedra y esconder la mano) que una consecuencia de hipotéticas exigencias de estos tiempos posmodernos.
Se despiden de usted,
María, Óscar y (principalmente) Pérez